Por: Bernardo Sabisky
En el majestuoso corazón de la Patagonia, la pintoresca ciudad de Esquel se convierte en el destino soñado para los amantes del snowboard. La Hoya, con su impresionante escenario natural, no solo ha celebrado medio siglo de existencia, sino que también se ha consolidado como un lugar único para quienes buscan adrenalina y belleza en la nieve.
Un Escenario Inigualable
La Hoya, que pronto celebrará su 50° aniversario, ofrece algunas de las vistas más espectaculares que un visitante puede llevarse de Esquel. Este centro de esquí se destaca por su capacidad para ofrecer experiencias únicas, desde la contemplación tranquila hasta la emoción pura del deporte. Con su entorno libre y sereno, La Hoya es el lugar perfecto para disfrutar con amigos, familiares o incluso en solitario.
El Viaje a la Cima
Desde el momento en que uno comienza el ascenso hacia el cerro, la montaña se convierte en el protagonista indiscutido. A medida que te aproximas a la base del complejo, el paisaje se despliega con cada curva, revelando panorámicas impresionantes. Las cumbres nevadas se funden con el profundo azul del cielo, creando un contraste cautivador.
El trayecto continúa con el telesilla Las Lengas, llevándote a 1600 metros sobre el nivel del mar. Desde allí, el punto más alto se alcanza a más de 2075 metros, ofreciendo vistas que combinan la majestuosidad de la naturaleza con postales urbanas de Esquel.
La Nieve Perfecta
Uno de los grandes atractivos de La Hoya es la calidad de su nieve. Conocida por su excelente “nieve en polvo”, esta estación ofrece áreas de “fuera de pista” como “La Avalancha” y “La Cornisa”, recomendadas por instructores y pisteros. Estas áreas son de acceso rápido y en 30 minutos puedes estar descendiendo por nieve virgen, una experiencia inigualable para los más aventureros.
Freestyle vs. Freeride
En La Hoya, tanto el freestyle como el freeride son opciones apasionantes para todos los niveles. Si tu pasión es deslizarte a toda velocidad por el manto nevado, el freeride es tu opción ideal. Este estilo se centra en descensos rápidos, sorteando obstáculos naturales y aprovechando al máximo las laderas vírgenes.
Por otro lado, el freestyle es perfecto para quienes buscan combinar velocidad con habilidad acrobática. Desde Mammals hasta Ollis, pasando por rotaciones y trucos, el freestyle permite explorar una variedad de maniobras sobre la tabla, haciendo de cada descenso una experiencia emocionante y única.
Diversión y Desafíos
Ambas modalidades ofrecen oportunidades para compartir momentos increíbles con amigos. Las risas de las caídas y los logros personales en la pista se convierten en recuerdos imborrables.
El Descenso Final
El clímax de la experiencia en La Hoya es el descenso. Con el equipo adecuado y la tabla como compañera, la velocidad, el corte de la nieve y el viento en tu cara crean una sensación de adrenalina pura. Cada descenso puede ser diferente, adaptándose a tus deseos, habilidades y soltura.
La Hoya no solo celebra sus 50 años como un centro de esquí, sino que también se mantiene como un destino emblemático para los amantes del snowboard, ofreciendo belleza, emoción y una experiencia inolvidable en la nieve.