Por: Bernardo Sabisky
El turismo es, sin lugar a dudas, uno de los motores clave del crecimiento económico y social a nivel mundial. A pesar de los desafíos impuestos por la pandemia de COVID-19, que provocó una desaceleración sin precedentes en el sector, la industria ha demostrado una resiliencia impresionante. Según el informe “NextGen Viajeros y Destinos” elaborado por Google y Deloitte, la recuperación del turismo alcanzó el 88% en 2023, comparado con los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, la recuperación no ha sido homogénea: mientras que Europa, América del Norte y América del Sur han superado las cifras prepandémicas, la región Asia-Pacífico aún lucha por alcanzar los niveles de crecimiento anteriores.
Un Motor Económico Global
El turismo ha sido históricamente un motor de crecimiento económico. Entre 1975 y 2019, el número de llegadas internacionales se duplicó cada 15 años, alcanzando casi 1.500 millones de viajeros en todo el mundo. Este crecimiento ha impulsado la economía global, con un impacto positivo en sectores clave como el empleo, la infraestructura y la cohesión social. De hecho, entre 2016 y 2019, el turismo generó uno de cada diez empleos a nivel mundial, con una notable participación de mujeres, jóvenes y minorías. Además, la inversión extranjera directa y la mejora de la infraestructura en los destinos turísticos han elevado la calidad de vida de las comunidades locales.
Sin embargo, el sector no está exento de desafíos. Las emisiones de carbono generadas por el turismo, que representan el 8% del total global, siguen siendo un problema, aunque la industria está tomando medidas para mitigar su impacto mediante iniciativas como el Net Zero Roadmap 2050.
La Evolución de los Viajes: Tendencias y Nuevas Generaciones de Turistas
El estudio de Google y Deloitte también pone de manifiesto cómo los patrones de los viajeros han evolucionado en las últimas décadas. En el periodo comprendido entre 2010 y 2019, las regiones de África y Asia-Pacífico (APAC) han superado el crecimiento promedio global, con tasas de crecimiento del 8% y 6,8%, respectivamente. En contraste, Europa creció a un ritmo más lento, con un aumento del 3,8%. China, en particular, ha experimentado un crecimiento notable, convirtiéndose en el mayor mercado emisor de turistas en 2019.
Además, el estudio identifica cuatro patrones de viaje según la experiencia de los turistas: recién llegados, amateurs, experimentados y súper experimentados. Los recién llegados, impulsados por el ascenso de la clase media en países como China e India, están liderando el crecimiento en los viajes internacionales, con una tasa de crecimiento anual de aproximadamente el 11%. Por su parte, los turistas más experimentados tienden a viajar más al extranjero y a optar por estancias más largas.
Destinos y Nuevas Preferencias
En cuanto a los destinos, Europa sigue siendo la región más buscada por los turistas, aunque ha sido superada en términos de crecimiento por APAC y América del Sur. Entre los destinos más populares se encuentran Francia, España, Estados Unidos, Italia y China. Sin embargo, los destinos de APAC y Oriente Medio están ganando terreno, con países como Arabia Saudita e Indonesia subiendo en el ranking.
En los próximos años, se espera que la transformación de los destinos turísticos sea notable. Según las proyecciones para 2040, Europa continuará siendo la región que más turistas recibe, pero APAC y Oriente Medio también jugarán un papel clave en el crecimiento global. Los destinos más buscados en el futuro incluirán áreas como el Mediterráneo, el Sudeste Asiático y el Caribe, donde la demanda se espera que se concentre en grupos de viajeros que buscan experiencias auténticas y transformadoras.
¿Cómo Será el Turismo en 2040?
El futuro del turismo está marcado por una transformación económica, social y tecnológica sin precedentes. Se prevé que la tecnología, incluida la inteligencia artificial y la realidad virtual, redefina la forma en que los viajeros planifican y experimentan sus viajes. El concepto de turismo tradicional, tal como lo conocemos hoy, podría cambiar radicalmente. Los avances tecnológicos permitirán a los turistas tener experiencias más inmersivas y personalizadas, lo que podría significar un cambio en las preferencias hacia estancias más largas y viajes más cercanos al hogar, en línea con la tendencia de los “staycations” (vacaciones en casa).
A medida que las sociedades adoptan modelos de trabajo más flexibles, como jornadas laborales más cortas o el uso de la inteligencia artificial para automatizar tareas, el turismo también podría experimentar cambios. En un mundo con más tiempo libre, el turismo podría volverse más colaborativo y local, con un mayor enfoque en el bienestar personal, el aprendizaje y las experiencias auténticas. Esto también implicaría una mayor relevancia para las experiencias de turismo consciente, que promueven la conexión con la naturaleza y el bienestar emocional.
Un Futuro Prometedor, pero Desafiante
El futuro del turismo está lleno de oportunidades y desafíos. Con el crecimiento de la clase media en países emergentes y el avance de la tecnología, el número de viajes internacionales continuará aumentando. Sin embargo, las tendencias emergentes como el turismo consciente y la automatización del trabajo podrían modificar la forma en que las personas viajan y se relacionan con el mundo.
A medida que nos acercamos al año 2040, es crucial que la industria turística se adapte a estos cambios, aproveche las tecnologías emergentes y priorice la sostenibilidad y el bienestar de los viajeros. Si bien el panorama es incierto, lo que está claro es que el turismo seguirá siendo una fuerza poderosa para el cambio económico, social y cultural. Y, tal vez, en lugar de simplemente hablar de turismo, empecemos a pensar en cómo las sociedades del futuro disfrutarán de su tiempo libre y explorarán el mundo que las rodea.