La largada del GP de Argentina Fórmula 1 de 1996.
Por: Bernardo Sabisky
El sueño de volver a ver la Fórmula 1 en Argentina está más cerca que nunca. Tras décadas de ausencia, la posibilidad de que el Gran Premio de la Máxima regrese a Buenos Aires genera una gran expectación, tanto en el ámbito deportivo como en el turístico. La reciente declaración del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, durante el Rally Dakar en Arabia Saudita, ha puesto a todos a hablar de esta posibilidad, mencionando que es “posible” y que Argentina debería trabajar para conseguirlo. Este optimismo se suma a los esfuerzos ya en marcha por parte del Gobierno y de diversos actores privados, que ven en este regreso una oportunidad para dar un impulso económico y de visibilidad al país.
Un Regreso Anhelado
La Fórmula 1 dejó de tener un Gran Premio en Argentina en 1998, pero el cariño por el automovilismo sigue intacto. En esos años, el circuito del Autódromo de Buenos Aires fue testigo de carreras épicas, con la última victoria local obtenida por el legendario Michael Schumacher. Sin embargo, desde entonces, el regreso de la F1 al país ha sido un sueño lejano.
Hoy, el escenario ha cambiado. La FIA no se involucra directamente en las negociaciones para que un país obtenga una fecha en el calendario, pero sí juega un papel crucial en la homologación de los circuitos y en la seguridad de las competencias. En este contexto, Argentina está trabajando para cumplir con los estándares internacionales que exige la F1, y la posibilidad de lograrlo parece más cercana.
Franco Colapinto, El Impulso del Automovilismo Argentino
Un factor clave en este resurgir del interés por la Fórmula 1 en Argentina es el pilarense joven piloto Franco Colapinto. El talentoso corredor, que actualmente compite en la Fórmula 2 y tiene grandes chances de ascender a la Fórmula 1, ha captado la atención de fanáticos locales e internacionales. Para Ben Sulayem, el progreso de Colapinto no solo es una señal de éxito para el automovilismo latinoamericano, sino también un paso importante para que Argentina vuelva a ser un referente en este deporte. Contar con un piloto argentino en la parrilla es crucial para fortalecer el vínculo emocional con los fanáticos, que siguen a los pilotos nacionales con una pasión única.
Gracias a la irrupción de Colapinto, la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, dirigida por Daniel Scioli, ha intensificado las gestiones para traer el Gran Premio a Argentina. Desde octubre de 2023, Scioli y su equipo han mantenido reuniones con Stefano Domenicali, CEO de la Formula One Management (FOM), con la mirada puesta en el año 2027. Aunque existen desafíos logísticos y económicos, como la necesidad de adaptar el Autódromo de Buenos Aires a los exigentes estándares de la Fórmula 1, la posibilidad sigue latente.
El Impacto Turístico y Económico
La llegada de la Fórmula 1 a Argentina no solo sería un evento deportivo de magnitud, sino una oportunidad para impulsar el turismo y la economía del país. Las carreras de F1 atraen a miles de turistas de todo el mundo, especialmente de Europa, Asia y América Latina. Buenos Aires, ya conocida como un destino turístico de primer nivel, podría ver un crecimiento exponencial en la ocupación hotelera, el turismo de eventos y el comercio.
El impacto no se limitaría solo al día de la carrera. La Fórmula 1 genera un ecosistema completo de actividades alrededor del evento: conciertos, exhibiciones y la llegada masiva de fanáticos a la ciudad. Además, la posibilidad de tener un circuito de primer nivel en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez colocaría a Argentina como un referente en innovación y tecnología, aspectos muy valorados en el mundo actual.
El sector privado argentino también ha mostrado un gran interés en financiar este evento. Empresas de diversos sectores, como energía, minería, tecnología y agroindustria, ven en la F1 una oportunidad para fortalecer su presencia a nivel global. Esta colaboración privada podría ser clave para que el evento se lleve a cabo sin la necesidad de una gran inversión estatal.
Desafíos a Superar
Si bien las oportunidades son claras, los desafíos no son menores. El calendario de la Fórmula 1 ya está colmado con 24 fechas anuales, lo que dificulta la inclusión de nuevos destinos. Además, los costos involucrados en la organización de un Gran Premio, que rondan los 40 millones de dólares por edición, representan un desafío económico considerable.
Sin embargo, Argentina tiene mucho a su favor. No solo sería una oportunidad para consolidarse como un referente en el automovilismo, sino también para posicionarse como un destino de turismo de eventos, lo que podría generar un impacto económico a largo plazo. Además, el retorno de la F1 serviría como catalizador para mejorar la infraestructura y los servicios turísticos en Buenos Aires, creando un legado perdurable.
El posible regreso de la Fórmula 1 a Argentina no es solo una cuestión deportiva, sino una oportunidad histórica para potenciar la economía y la visibilidad del país. Con el impulso de jóvenes talentos como Franco Colapinto y el respaldo de sectores privados comprometidos, Argentina tiene la oportunidad de volver a ser parte del calendario internacional de la Fórmula 1. Aunque el camino no será fácil, el entusiasmo generado por la idea de tener nuevamente una fecha en el Gran Premio promete marcar un antes y un después para el automovilismo y el turismo en el país.
El futuro está abierto, y con el trabajo conjunto entre el gobierno, el sector privado y la FIA, el regreso de la Fórmula 1 podría estar más cerca de lo que muchos imaginan.