Por: Bernardo Sabisky
En un rincón de Valencia, España, se encuentra una reliquia que ha capturado la imaginación y devoción de peregrinos y turistas por igual: el Santo Cáliz de Valencia. Recientemente respaldado por la Santa Sede, este cáliz se ha convertido en el centro de una nueva ruta de peregrinación, conocida como El Camino del Santo Grial. Este viaje no solo promete conectar a los visitantes con una rica historia cristiana, sino también inspirar una profunda reflexión espiritual.
El Santo Cáliz, considerado auténtico por la Santa Sede, es un testimonio tangible de la última Pascua de Jesús según las costumbres judías de la época. Fabricado con una copa de ágata del siglo I o II a.C., el cáliz está imbuido de significado histórico y religioso. A través de los siglos, ha viajado desde Jerusalén a Roma y luego a España, donde fue ocultado en los Pirineos antes de llegar a Valencia en 1437.
En reconocimiento a su importancia, Valencia ha sido designada como «Ciudad Jubilar a perpetuidad», permitiendo celebrar jubileos cada cinco años, un honor compartido solo con Jerusalén y Roma en la cristiandad. La veneración del cáliz en la catedral de Valencia desde 1916 ha consolidado su posición como un destino sagrado.
El renacimiento del interés por esta reliquia ha inspirado la creación del Camino del Santo Grial, una ruta de 650 km que serpentea desde los Pirineos hasta el Mediterráneo, pasando por ciudades y pueblos cargados de historia. Similar al Camino de Santiago, los peregrinos sellan sus pasaportes en albergues e iglesias, buscando la indulgencia plenaria durante el Año Jubilar.
A diferencia de otras peregrinaciones, el Camino del Santo Grial se centra en la conexión espiritual y la Regla del Amor Universal, simbolizada por el cáliz de la Última Cena. Este enfoque único atrae a una audiencia internacional, amplificado por su inclusión en la serie «Misterios de la Fe» de Netflix, que ha llevado este camino a millones de hogares en todo el mundo.
La iniciativa para reconocer el Camino del Santo Grial como Itinerario Cultural Europeo está en marcha, liderada por la Asociación Cultural El Camino del Santo Grial y expertos como la Dra. Mafé. Se espera que, en el futuro cercano, los peregrinos puedan embarcarse en esta travesía desde varios puntos de Europa, explorando no solo la fe cristiana, sino también la rica tradición literaria artúrica vinculada a esta reliquia.
El Santo Cáliz de Valencia y el Camino del Santo Grial no solo son testigos de una historia milenaria, sino también faros de espiritualidad y conexión humana. A medida que Valencia se prepara para su segundo jubileo en 2025, invitamos a peregrinos y curiosos por igual a unirse a esta travesía única, donde la fe, la historia y el arte convergen en un viaje inolvidable.
Fuente: Tourism and Society Think Tank – TSTT