Por: Bernardo Sabisky
Argentina volvió a mostrar su carta fuerte en el mapa global del turismo de cruceros. Con una participación destacada en la 40ª edición de Seatrade Cruise Global, celebrada del 7 al 10 de abril en Miami, nuestro país no solo dijo presente, sino que también dejó bien claro que va por más: más rutas, más inversiones y más visibilidad en un segmento que no para de crecer.
En esta feria —la más importante del mundo en su rubro— la delegación argentina combinó músculo público y energía privada para llevar una propuesta que se sintió firme, concreta y federal. Porque sí, no se trata solo de Buenos Aires o Ushuaia (aunque tienen lo suyo), sino de una apuesta que involucra a destinos clave de todo el país.
Una presencia federal y estratégica
El stand argentino no pasó desapercibido. Estuvo liderado por Daniel Scioli, actual Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, acompañado por autoridades y representantes de la Ciudad de Buenos Aires, Chubut, Tierra del Fuego, y Puerto Madryn, entre otros destinos. También participaron organismos como la Cámara Argentina de Turismo, FAEVYT y la Agencia Nacional de Puertos, junto con empresas del sector como Navijets Agents.
¿Y qué se logró concretamente? Bueno, reuniones clave con gigantes del sector como Royal Caribbean, Norwegian Cruise Line y MSC Cruises. Charlas de esas que no terminan ahí nomás, sino que dejan una puerta abierta para nuevas escalas, inversiones y rutas con sello argentino.
Además, el Instituto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR) jugó un rol activo articulando con operadores internacionales y reforzando la Marca País en un mercado prioritario como el estadounidense. Un detalle no menor si se tiene en cuenta que buena parte del flujo turístico global viene justamente de allí.
Ushuaia: la joyita del sur
Ahora bien, si hay un destino que sigue creciendo sin freno, ese es Ushuaia. La ciudad más austral del mundo no solo es pintoresca: se convirtió en el punto de partida favorito para expediciones a la Antártida. Y eso se nota en los números.
Durante la temporada 2023/2024, Ushuaia recibió 66 cruceros antárticos, marcando un aumento del 6,5% interanual. En total, hubo 602 recaladas en su puerto, con un impresionante 74,3% correspondiente a expediciones antárticas. La combinación de naturaleza salvaje, aventura y exclusividad posiciona al destino como un imán irresistible para los viajeros más exigentes.
Una anécdota simpática de pasillo que se escuchó en Miami: un ejecutivo europeo comentó entre risas que “en su país cuesta lograr que la gente no se queje del frío, y acá ¡viajan al Polo Sur por placer!”. Cosas que solo pasan en el fin del mundo.
Un sector que no para de crecer
Los datos respaldan el entusiasmo. En la temporada 2023-2024, Argentina recibió 618.104 cruceristas internacionales, un 17,2% más que el año anterior. Lo más interesante es que el 70% de ellos fueron turistas no residentes, lo que habla de una creciente atracción global hacia nuestros paisajes y experiencias desde el mar.
Desde los glaciares de la Patagonia hasta el skyline porteño, pasando por los pingüinos de Puerto Madryn, cada puerto ofrece algo distinto, algo que —como diría algún abuelito con sabiduría— “no se encuentra en cualquier lado”.
Aunque todavía no hay cifras finales para la temporada 2024-2025, todo indica que la curva sigue en ascenso. Y si los vientos siguen soplando a favor, el horizonte es prometedor.
Argentina en modo crucero: un futuro en marcha
“Argentina tiene condiciones únicas para convertirse en un polo regional de cruceros”, afirmó Scioli durante el evento, y no es una frase hecha. Lo dijo con convicción, respaldado por una estrategia federal que busca integrar a provincias, municipios y empresas para generar empleo, atraer inversiones y diversificar la oferta turística.
El turismo de cruceros no es solo una linda postal o una cifra para la estadística. Es una oportunidad concreta para que el país se posicione en nuevos mercados, reciba divisas y active economías regionales.
Desde el Caribe hasta la Antártida, Argentina se planta como un actor confiable, competitivo y con una propuesta cada vez más atractiva.
Una brújula que apunta al mar
En definitiva, lo que dejó Seatrade 2025 no es solo una postal bonita en un stand decorado con guanacos, glaciares y mate. Es una señal clara de que el país quiere —y puede— jugar en las grandes ligas del turismo de cruceros.
Con profesionalismo, visión de largo plazo y una pizca del encanto que nos caracteriza, Argentina se sube a bordo con rumbo firme hacia el liderazgo regional. Y lo mejor de todo: este viaje recién empieza.