Por: Bernardo Sabisky
Miramar, una joya costera de la provincia de Buenos Aires, está viviendo una temporada de avistaje de ballenas como nunca antes. Desde julio hasta octubre, las aguas de esta pintoresca ciudad se llenan de la majestuosidad de las ballenas francas australes. Este fenómeno, que antes requería un viaje al sur del continente, ahora puede ser disfrutado desde la tranquilidad de la costa miramarense.
Un Encuentro Mágico con la Naturaleza
En una mañana soleada y sin rastro de la agitación del viento, el mar de Miramar se muestra sereno y de un color turquesa deslumbrante. Mientras uno camina por la costa, un simple vistazo al horizonte puede revelar la silueta negra y redondeada de una ballena. Esta visión inesperada es el inicio de una experiencia inolvidable para locales y visitantes.
Investigación y Conservación: El Trabajo de la Fundación Cethus
Desde 2013, la Fundación Cethus ha estado al frente de un programa de investigación científica en Miramar. Este proyecto se centra en el estudio del comportamiento de las ballenas y cetáceos, especialmente la ballena franca austral (Eubalaena australis). La presencia de estas majestuosas criaturas ha impulsado capacitaciones y talleres de sensibilización para promover un avistaje responsable.
El aumento en la población de ballenas francas australes ha sido significativo. Además de la conocida área de reproducción en Península Valdés, es cada vez más común observarlas desde playas como Miramar, Mar del Plata, Necochea y Pinamar. La Fundación realiza relevamientos continuos utilizando fotografías y drones para comprender mejor el hábitat y la biología de estas ballenas, con el objetivo de generar estrategias de conservación efectivas.
La Ballena Franca Austral: Gigante de los Mares
Las hembras adultas de la ballena franca austral pueden alcanzar hasta 17 metros de longitud y pesar hasta 40 toneladas, mientras que los machos llegan a los 15 metros. Estos cetáceos misticetos se alimentan de pequeños crustáceos, como krill y copépodos, y pueden consumir hasta 2 toneladas de alimento al día durante la temporada estival.
Las crías nacen midiendo alrededor de 4 metros y pesan una tonelada. En sus primeros meses, pueden crecer hasta 8 metros y pesar entre 7 y 8 toneladas, aumentando hasta 150 kg por día. El período de lactancia dura aproximadamente un año, lo que permite a las crías desarrollarse rápidamente.
Disfruta del Avistaje Responsable
El Corredor Azul, la ruta migratoria de estas ballenas, ofrece la oportunidad de verlas retozar, alimentarse y exhalar aire en su hábitat natural. Miramar se presenta como el lugar ideal para disfrutar de esta experiencia. Se recomienda observarlas siempre desde la costa y evitar acercarse si se está en una embarcación para no perturbar a los animales.
Desde la Fundación Cethus aclaran: “A pesar de que la ballena franca austral es un animal tranquilo que a veces se acerca por curiosidad, sigue siendo un ser silvestre y podría resultar riesgoso tanto para las ballenas como para las personas si no se maneja con precaución”.
Un Placer para los Sentidos
Observar a las ballenas en Miramar es una experiencia que no solo deleita la vista, sino que también cautiva el alma. Sentarse en la costa, preparar un mate y tener la cámara lista para capturar este espectáculo es una forma perfecta de conectarse con la naturaleza y crear recuerdos inolvidables.
Así que, si buscas una aventura natural única, Miramar es el destino perfecto. Las ballenas están aquí, y la oportunidad de verlas en acción está al alcance de tu mano.