
Por: Bernardo Sabisky
En Mar de las Pampas, ese rincón costero donde los pinos susurran con el viento y el tiempo parece tomarse un respiro, nació algo que va más allá de un simple alfajor. Alfajores Pampas del Mar es mucho más que una golosina: es un tributo, un mimo al alma, una declaración de amor a la tierra y sus sabores.
La historia arranca con Pablo Vera y su esposa, dos emprendedores con ese empuje bien argentino, de los que se lanzan sin red pero con el corazón lleno de ideas. Apenas unos meses atrás decidieron que era hora de hacer algo propio, algo que los represente y que, al mismo tiempo, represente a ese lugar que sienten tan suyo: Mar de las Pampas.
Y así nació la marca. Con nombre sentido, con identidad clara, con esa calidez que se nota no solo en el envoltorio, sino en cada mordida.
Recetas cuidadas, ingredientes premium y un objetivo claro

Pablo lo dice sin vueltas: “Nosotros no tenemos clientes, tenemos fans”. Y, si uno prueba sus alfajores, entiende enseguida por qué.
La clave está en la calidad. Nada de atajos, nada de “más o menos”. Acá se trabaja con las mejores materias primas del mercado, con un respeto casi religioso por las recetas, y un criterio de selección que roza lo obsesivo (pero del bueno). Cada alfajor está pensado para ser una experiencia, no un producto más.
Y atención con esto: el de chocolate negro 70 % cacao —ese que tiene una personalidad fuerte, pero equilibrada— ganó el Primer Campeonato Argentino del Alfajor en 2024. Un hito que no solo los posiciona entre los grandes, sino que también les dio ese empujón que todo emprendedor necesita cuando recién empieza.
Delicia Frutal: sabores que rompen el molde
Pero no todo es chocolate negro (aunque podríamos vivir a base de eso, ¿no?). Pampas del Mar también se animó a los sabores frutales, y ahí es donde la cosa se pone interesante.

Con una línea llamada Delicia Frutal, invitan a probar combinaciones como frutilla, frambuesa o arándanos, todos cubiertos con un chocolate blanco suave, sedoso, de esos que se deshacen en la boca. Una vuelta de tuerca al clásico alfajor que sorprende, enamora y deja con ganas de uno más.
Semana Santa: la dulce novedad que ya es furor
Y si hablamos de innovación, no podemos dejar de mencionar la bomba de dulce de leche y chocolate que lanzaron para Semana Santa. Según cuentan, la idea surgió para ofrecer una alternativa bien nuestra al clásico conito, pero con más cuerpo, más relleno y ese toque artesanal que los caracteriza.
Estuvo —literalmente— volando de los estantes del Paseo Estación de las Pampas, donde tienen su punto de venta. Y no es para menos: mezcla intensidad, textura y un equilibrio justo entre lo empalagoso y lo delicioso. Una bomba, sí, pero de felicidad.
Un futuro prometedor, con los pies en la arena
Mientras miran hacia adelante, Pablo y su esposa tienen bien claro que el camino recién empieza. Con cada alfajor que sale a la calle, siguen construyendo una comunidad de personas que no solo compran un producto, sino que se sienten parte de algo más grande.
Alfajores Pampas del Mar no es solo un emprendimiento: es una historia de amor por el lugar, por el oficio y por el sabor.
Y si todavía no los probaste, bueno… ya tenés excusa para una escapada a Mar de las Pampas. O, al menos, para buscar ese pedacito de costa que ahora también viene en forma de alfajor.
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